sábado, 9 de enero de 2016



LA PILDORITA ROJA ROJITA DE HOY.  LA CADENA DE LA PAZ.


El dictador  Maduro se encadenó nuevamente ayer por espacio de dos horas las que utilizó para insultar a la oposición democrática y tildarlos por enésima vez de fascista, burgueses, apátridas ante un auditorio escuálido y tarifado, nombrar a Chávez cientos de veces y tirarles aguados besitos a las féminas presentes sin olvidarse de amenazar y de endilgarle, como todo buen izquierdista,  la culpa del fracaso del socialismo al imperio norteamericano, para momentos después, solo explicable en su confundido cerebro,  ufanarse de haber estado en USA,  haber conocido a los Kennedy y, ante una callada y sorprendida audiencia, de haberle estrechado la mano a uno de ellos.  
Pero lo más penoso de la cadena de la Paz fue la forma como le pidió a Rubén Blades  que viniera a visitarlo,  boba y machaconamente, una y otra vez con  frases llenas de dulces palabras y tarareando una de sus canciones le decía: “Yo te quiero Rubén”,  “Ven Rubén” ¿Qué habrá pensado Rubén?
Y como era de esperarse cerró la cadena de la Paz al mejor estilo de la manipulación comunista cubana del siglo pasado, con un bodrio de video de 10 minutos de duración sobre Leopoldo López y su madre jactándose además de haberlo mandado a realizar ¡personalmente! a unos “prestigiosos” cineastas (¿?).  El gazapo es un compendio de mentiras y de medias verdades solo para exponerlos al desprecio público,  afirmando así que en este país no se le seguirá un juicio imparcial y justo ya que ha sido sentenciado desde el Poder Ejecutivo, dejando al descubierto una vez más que el Estado de Derecho en Venezuela es un cascarón vacío lleno solo de inmundicia. 
Se despidió  mostrando en su franela, en un infeliz alarde,  una imagen de Lenin lo que me hizo recordar el estruendo mundial que causó su estatua contra el pavimento  ¿auto-premonición?
Caracas 23 de febrero 2014
 Dra. Esmeralda Tosta M.  @eslagata

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