LA
PILDORITA ROJA ROJITA DE HOY. LA CADENA
DE LA PAZ.
El dictador Maduro se encadenó nuevamente ayer por espacio
de dos horas las que utilizó para insultar a la oposición democrática y
tildarlos por enésima vez de fascista, burgueses, apátridas ante un auditorio
escuálido y tarifado, nombrar a Chávez cientos de veces y tirarles aguados besitos
a las féminas presentes sin olvidarse de amenazar y de endilgarle, como todo
buen izquierdista, la culpa del fracaso del
socialismo al imperio norteamericano, para momentos después, solo explicable en
su confundido cerebro, ufanarse de haber
estado en USA, haber conocido a los
Kennedy y, ante una callada y sorprendida audiencia, de haberle estrechado la
mano a uno de ellos.
Pero lo más penoso de la cadena de la
Paz fue la forma como le pidió a Rubén Blades
que viniera a visitarlo, boba y
machaconamente, una y otra vez con frases
llenas de dulces palabras y tarareando una de sus canciones le decía: “Yo te
quiero Rubén”, “Ven Rubén” ¿Qué habrá
pensado Rubén?
Y como era de esperarse cerró la
cadena de la Paz al mejor estilo de la manipulación comunista cubana del siglo
pasado, con un bodrio de video de 10 minutos de duración sobre Leopoldo López y
su madre jactándose además de haberlo mandado a realizar ¡personalmente! a unos
“prestigiosos” cineastas (¿?). El gazapo
es un compendio de mentiras y de medias verdades solo para exponerlos al
desprecio público, afirmando así que en
este país no se le seguirá un juicio imparcial y justo ya que ha sido
sentenciado desde el Poder Ejecutivo, dejando al descubierto una vez más que el
Estado de Derecho en Venezuela es un cascarón vacío lleno solo de
inmundicia.
Se despidió mostrando en su franela, en un infeliz
alarde, una imagen de Lenin lo que me
hizo recordar el estruendo mundial que causó su estatua contra el
pavimento ¿auto-premonición?
Caracas 23 de febrero 2014
Dra. Esmeralda Tosta M. @eslagata
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