LA PILDORITA ROJA ROJITA DE HOY  3 de junio de 2014

Lo que le están haciendo a Leopoldo López  se lo están haciendo a todo el país.

Debemos internalizar de una vez por todas que Leopoldo encarna la Venezuela que está siendo atropellada y que, si lo permitimos, será encarcelada junto con él.

¿Cómo, entonces, se defiende Leopoldo de esta aberración de juicio donde por no tener hechos concretos que señalarle le están imputando la comisión de delitos que no existen en el ordenamiento jurídico venezolano como esa patraña que han inventado de los mensajes "subliminales" si los venezolanos no estamos claros en que lo que estamos perdiendo es la República?

Si no tenemos claro qué vamos a hacer contra este régimen castro comunista que se ha enquistado en el país y que si no despertamos YA terminará por cerrarnos  la puerta de la jaula a TODOS junto a Leopoldo.

No podemos seguir a la expectativa esperando que el régimen se arrepienta a medio camino y recupere la vergüenza que no tiene y la dignidad que jamás le ha ornado para que dicte una sentencia apegada a la cordura y la verdad jurídica.

Todos sabemos que esta sentencia ya la dictó el ilegítimo que usurpa la Primera Magistratura cuando dijo en varias oportunidades que debían meter preso a Leopoldo. Ahora a los esbirros, que en este siglo XXI y en este ex país se llaman Fiscalía y Jueces les toca poner en blanco y negro los deseos del dictador.

¿O es que ya se nos olvidó como el inefable galáctico insepulto dictó sentencia en el caso de la Juez Afiuni? ¿Está latente aún en todos nosotros la ilegítima e inhumana detención del Comisario Simonovis? ¿Ya nos olvidamos de Brito? ¿Por qué pensar que este caso va a ser distinto?

Solo con recordar la puesta en escena del show de ayer con la burda movilización de cientos efectivos de la Guardia Nazi-onal colapsando a todo el centro de Caracas solo para que la madre y la esposa de Leopoldo no pudieran entrar a la Sala de Audiencias del Tribunal, violando por enésima vez la normativa que señala que esta audiencia debe ser pública, debe bastarnos para comprender, en definitiva, que estamos frente a unos forajidos que cometerán cualquier tropelía con tal de conservar el poder.

¿Qué estamos esperando?                                                             Esmeralda Tosta M.